Saludos. Ayer en El País Digital, apareció la noticia de que el Tribunal Supremo "rechaza los conciertos en los centros (escolares) que segregan por sexo". Pueden ver la noticia completa pinchando en el siguiente link:
Bien, puede parecer que la Educación, con mayúscula, está "salvada". Puede parecer que el debate escolarización pública vs escolarización privada se ha decantado un argumento más hacia uno de los extremos, la verdad no sabría decir a cual. Puede parecer que a "Papá Estado" y su "Pepito Grillo" el supremo realmente le preocupa y ocupa la Educación pero, en mi humilde opinión, no son más que apariencias. Creo que ha llegado la hora de una profunda reflexión sobre la EDUCACIÓN, no sólo sobre la escolarización, que es sólo una parte muy reducida, yo diría que mínima, de la misma y hasta me atrevería a decir que últimamente, hasta ni tiene nada que ver ya que para mí, la escolarización no es Educación, es instrucción, domesticación, adiestramiento, aparcamiento, adoctrinamiento, amoldamiento, ... en fin, algo de lo que seguir hablando y seguir discutiendo y para lo que recomiendo leer a Paulo Freire, a Rebecca Wild, Pestalozzi, Humberto Maturana y, como resúmen de todos ellos, ver la película LA EDUCACIÓN PROHIBIDA.
Pero en cuanto a la noticia que nos llega, me planteo que sí, es un comienzo, pero ¿Se va a quedar ahí la reflexión sobre los Proyectos Educativos de cada centro o institución escolar, sobre su práctica metodológica? ¿Cuándo vamos a ver una preocupación real por las condiciones físicas y emocionales, en mi opinión torturadoras, en las que se encuentran muchas de las personas que están dentro de la institución escolar (adultos y menores)? Aquí en Andalucía, a los alumnos se les ha estado dando ordenadores portátiles a la vez que se les pedía que trajeran de casa su propio papel higiénico a clase. Unas clases que comienzan en Septiembre y acaban a finales de Junio, de momento, dos tercios de curso con temperaturas media de 25 a 35 grados, en instalaciones no preparadas para esas temperaturas, sin aparatos de aire acondicionado o con ellos averiados, anticuados e insuficientes y , encima, ahora mayor ratio por clase. Patios de "recreo" de cemento pelado, sin apenas sombra y sin estímulos o retos motrices, aunque la verdad para qué, si están tan sólo 30 minutos de las 5, 6 ó 7 horas que están en el centro (incluyendo aulas matinales y comedor), en una etapa de desarrollo motriz esencial, vital, primordial para el ser humano, bastante tienen con aprovechar para ir a beber y al servicio al que no podrán ir el resto del día porque "ya irás del recreo" o " has tenido tiempo de ir en el recreo" (ni siquiera los adultos tenemos esa capacidad de planificar el momento exacto en el que vanos a necesitar, sí, digo bien, NECESITAR ir al baño).
Un profesorado que dedica la mayor parte de su tiempo y energía a la administración y burocracia, a tener reuniones donde de lo que menos se habla es de educación y de los alumnos y sus procesos de vida de los que la Educación forma parte indivisible.
Segregación por sexos es el tema, pero ¿no es menos cierto que casi la totalidad de centros escolares separa las clases por edad? ¿Es menos importante la separación por edad que por sexos? ¿Estamos en el mundo separados por edad -el trabajo, las comunidades de vecinos, cuando vamos al supermercado,...-? No es una organización real esa que se basa en la edad. La sociedad, las relaciones se dan en intergeneraciones. El estar con personas de diferente edad enriquece y supone retos de estadios evolutivos más avanzados por los que me esfuerzo en alcanzar. Un bebé aprende solo, sin que nadie le enseñe, a hablar, a expresarse. Lo hace porque está rodeado de personas en etapas de desarrollo cognitivo más avanzadas que le sirven de modelo y estímulo. Pues lo mismo en el resto de edades, de etapas, de aprendizajes. A un menor no hace falta socializarlo. El ser humano es un ser social no se le puede socializar. Es como intentar enseñar a nadar a un pez, un ser acuático.
Realmente estas son pinceladas, pequeñas conquistas que hay que hacer como la de evitar la separación por sexos. Y estaría bien cada una de ellas pero insisto, opino que son tiritas y que lo que realmente la EDUCACIÓN con mayúsculas necesita, es una profunda reflexión y compromiso por parte de todas las personas y, a nivel político y económico, que se convierta en el Cuarto Poder del Estado, éste sí de verdad Independiente.